MUY FELIZ AÑO NUEVO!!!


A todos los que conozco y a los que no, a los que me siguen y a los que no lo hacen. A los argentinos y a quienes viven en la Argentina...

Lo mejor para todos ustedes y que se cumplan todos sus sueños personales y todos los sueños que compartimos...

FELIZ 2014, ARGENTINA...!!!

Abrazos en el aire...


Llueven las horas
de una en una
y de tanto en tanto.

Llueven
con el ritmo cansino de la garúa,
que pesa y quema
como plomo fundido
en el crisol ajado de mi pecho.

Paradoja extraña
la de la vida
y los momentos.
Ella escapa a mis abrazos,
que se pierden en el aire.
Ellos intentan
explicar lo inexplicable,
me quieren convencer
de que el hastío no es hastío,
sino un rellano en mi escalera.

Mariel

Historias contadas...


Un libro dibuja historias maravillosas en nuestra mente y en nuestro corazón...
El escritor va tejiendo con palabras lo que su imaginación va diseñando paso a paso, dejando sus propios sentimientos y vivencias amasados con paciencia y dedicación. Se abstrae de su propia realidad, pero sin abandonar lo que la vida y esa misma realidad le ha ido imprimiendo en el subconciente. Y así nos lleva de paseo por sí mismo, aunque ni siquiera llegue a darse cuenta el propio artista...
Y su vez nosotros entregamos mansamente lo que nuestra vida y realidad nos dibujó en el alma, para así transformarnos en parte de las vidas imaginadas por otro...
Es un juego, un acuerdo mutuo, un baile de complicidades necesarias y deseadas.
Escritor y lector se deshacen de sí mismos para vivir las vidas y las circunstancias de personajes que no existen, pero que son tan reales y concretos como ellos... como nosotros.

El extraño encanto de la soledad...


No creo que serviría para vivir en soledad.
Digo, no creo que sea esa posibilidad la que más me agradaría para el resto de mi vida o para períodos particularmente prolongados. Pero sí sé que amo esos momentos de absoluta soledad. De comunión conmigo misma, con mis pensamientos y divagaciones. Con la música que sutilmente se va adueñando de mi espacio interior, de la virtualidad de mi imaginación.
Amo esa soledad donde puedo expresar en absoluta libertad los deseos que jamás seré capaz de confesar, los miedos que nunca podré describir, las hazañas que irremediablemente mi físico y mi escasa temeridad harán posibles en la concreta y sólida realidad, en la materialidad insana de la "realidad"...

A veces me quedo quieta, sin mover un músculo. Adormezco la mente, desecho la superficialidad de las sensaciones físicas, apago el exterior y me dedico a sentir cómo fluye la vida en mí. Cómo se desliza por cada parte de mi cuerpo. Hago un viaje interior y curioseo por los rincones más lejanos y hasta olvidados para que recobren su luz y la tersa suavidad de lo amado. Ese cuerpo que si bien es sólo un simple contenedor, aún con todas sus limitaciones permite que mi espíritu, el yo que me domina desde el subconciente, tenga el albergue necesario y exacto para manifestarse ante el mundo y ante mí misma…

La soledad me da el más hermoso de los regalos que hasta hoy he recibido: la posibilidad de pasar horas viajando con mis sueños más amados, con las fantasías más extrañas y excitantes. De jugar los juegos que nunca he jugado. El delicioso encanto de conocer real y profundamente a la persona que habita en mí...

Latencia...


En el punto más lejano
del calendario
en que las luces
vistieron sus sombras,
se yergue una arista filosa,
una tajante quietud del verbo
y de las muecas de la vida.

Un centímetro de horizonte,
la tabla en el mar
y el ínfimo respiro
antes del adiós,
languidecen como arrugas
en los rostros seculares
de minutos y segundos.
De los días.

Es un vértice del tiempo
en el barrio y en la casa.
En la vida.
Y en ese nudo apretado
todo parece dormir.
Cada rincón de la casa
se henche de esperas.
El peso del silencio
lastima la espalda
y cuenta al oído
que cada cosa me pide
una palabra de alerta
o un gesto que delate
que hay vida por vivir.
Papeles acallados
por un manto de polvo
y pequeños desconsuelos.
Futuros hilvanados
en una noche o dos
que quedaron como huella
en algunos ceniceros.

Es un punto del calendario,
un vértice del tiempo,
un nudo en la garganta.

Mariel

El reloj interior...


Si quieres controlar el tiempo, controla primero tu cabeza, pues sólo allí es donde existe. 
Los relojes solamente miden una ilusión, una irrealidad…

Mar de lejanías...


Tráeme la sal de los recuerdos, de la memoria antigua, de la historia ignota, de mis raíces sumergidas…

Tráeme el corazón de los que ya no están, de los que bebieron de tus lágrimas de arena y iodo…

Tráeme mi propia historia, grabada en cada ínfimo remolino, en cada ola que aún no se ha elevado, en cada bruma de tus amaneceres por llegar. En el frío rumor de tus profundidades…

Otoño...


El otoño, el frío y la lluvia son para mí los ideales climáticos. Con ellos mi cuerpo y mi mente funcionan mejor. Todo para mí es más gratificante, hasta inclusive algunos momentos de nostaligia y hasta de melancolía...

Todavía falta demasiado para que vuelva mi estación preferida y el calor desmesurado de estos días pareciera que lo aleja aún mucho más...

Apurate, otoño...
Te necesito!

Raleigh...


Me gusta andar en bici.
En realidad, me gusta mucho andar en bici...
Por eso enseguida me sentí atraída por este gif animado que, sin mostrar la escena completa, me trajo un sinfin de recuerdos y de sensaciones placenteras. Pero mucho más aún cuando noté que en el cuadro de la bicicleta está la marca: Raleigh... Bicicleta inglesa.
Esta es más moderna, pero nunca voy a olvidar la Raleigh en la que aprendí a andar y en la que me dí un sinnúmero de golpes y con la que hasta casi pierdo los dos dientes delanteros (las paletas, que le dicen)

Haciendo cálculos, la bicicleta que menciono debe tener hoy (si aún existe) unos 89 años. Era la que le regalaron a mi abuela materna cuando cumplió sus 15 años. La heredó mi mamá y acompañó toda mi infancia y adolescencia hasta que un día, cuando estábamos por dejar Castelar, la llevaron a casa de un familiar y nunca más supe qué fue de ella.

Cuando empecé a andar con esta bicicleta tenía 8 años. Era pesadísima porque los caños del cuadro eran de hierro puro. Además era rodado 26. Demasiado grande para mí, por eso tenía que andar parada...

Como dije, tuve montones de caídas y golpes hasta que aprendí y hasta que la pude dominar. Pero los más importantes fueron dos: el primero fue contra un poste de la luz! No sé si pisé algo o qué pasó, pero lo cierto es que de pronto ví que enfilaba derechito al poste y no pude frenarla. Resultado: volé de la bicicleta y la rueda delantera, a pesar de lo dura que era, quedó hecha un 8 y mi mamá casi me mata...
Y el segundo golpe no fue tan fuerte, pero sí que casi tiene consecuencias más serias. Había parado en la puerta de una casa no sé para qué. Cuando quiero arrancar de nuevo, la rueda hizo tope con una saliente del zócalo. Al golpear y como iba parada, la cara fue contra el manubrio y pegué con los dientes en la parte donde está fijado al cuadro. Consecuencia: me astillé uno de los dientes delanteros y el otro no, pero de pura casualidad. El dentista tuvo que emparejármelo y suavizarlo con el torno. Un espanto!! Pero pudo ser peor si me lo tenían que sacar, claro... y aún hoy me estaría lamentando.

Pero mi amor por la bicicleta sigue incólume y siempre será así. Y por aquella en especial. Por su historia familiar y porque fue la que me permitió empezar a tener algo así como una primera sensación de libertad.

En fin. No sé si a alguien pudo interesarle esto, pero qué me importa!! jajajaja

La sombra de la duda...


En muchas ocasiones, las sombras suelen ser mucho más interesantes que el objeto o la persona que la proyecta. A no ser, claro, que nos atreviéramos a considerar la posibilidad inversa: Que sea la sombra el origen de ese objeto o persona...
Creo que como en todos los casos y para todas las circunstancias, eso depende de nuestra percepción y de la manera en que nos observamos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. El mundo que creamos en nuestra mente.
Lo único que podemos tener por seguro es debemos convivir con una duda que lleva a otra duda, y es que si no existieran las sombras dudaríamos de si nosotros mismos existimos o si somos la ilusión de alguien más. La creación simbólica en la mente de otra persona, de otro ser. Cosa que, por otro lado, persistirá por toda la eternidad como una suerte de duda básica del ser humano.

Camposanto...


Aquel destello micrométrico
ardió sin un respiro
en mis ojos astillados.
Me incendió la mirada
para olvidar las cegueras
y las sendas en la noche.

Jamás sabré cómo
ni por qué razón oculta,
se encarnó tan contundente
tu esencia más perfecta
en la inmensa sinfonía
de tu piel bajo la luz.

Fue allí, en ese instante,
en la más estrecha
e irremediable coordenada
de esa noche entre las noches
que nació mi corazón,
que mi carne se hizo carne
y la sangre por mis venas
era un río sin orillas.

Si me vieras ahora mismo
no sabrías qué decir.
Si supieras lo que soy
no querrías recordar
ni pensar en lo que fuiste,
lo que fuimos,
lo que fui.

No me escuches,
no hagas caso.
Solamente estoy de paso
por un viejo camposanto
de memoria humedecida,
intentando reencontrarme
con aromas y texturas,
con un beso del rocío
y el destello micrométrico
de una estrella moribunda.

Mariel

Viaje místico...


Vengo de un cielo remoto
y de un tiempo perdido
en que el reloj marcaba cero.
De un universo en negativo,
punto azul entre la nada.
Breve como el infinito,
ardiente como la ausencia.

Incontables laberintos
finalmente me han traído
a este pálido rincón
de conciencia adormecida.
Mientras tanto voy buscando
en mis negras catacumbas,
en mis secos albañales,
la señal que al fin me indique
que ese instante incandescente
en que vuelva a ser un punto
y me lleguen, revelados,
los secretos más profundos,
ya está cerca y va llegando
para hundirme en esa nada
que me haga resurgir.

Algún día volveré
a estas aguas de placenta,
al horizonte que he perdido
y a aquel tiempo tan remoto,
cuando el cielo estaba en cero
y el inútil reloj
aún no existía...

Mariel

Oh oh...


Me mata la caruchita del minino cuando "rebobina" y se da cuenta de que su dueño lleva algo muy extraño y muuuuuuuuuuyyy atractivo!! jajajajaja

Divino!!

Sombras...


Cuanto mayor es nuestra sombra proyectada no quiere decir que somos más grandes, sino simplemente que está más cerca la despedida…

La vida en mí. La vida...


La vida puede estar o no allá afuera…
En realidad no interesa dónde la quiera ubicar o donde cualquiera pretenda determinarlo.

Es que la vida está dentro mío y por eso también está allá afuera. 
Si yo no la sintiera fluir, bullir, rugir dentro de mí misma, sería imposible reconocerla en el afuera.
Si yo no tuviera la vida, ni la ventana ni la calle ni el universo existirían...

Como telas de araña...


No siempre voy hacia donde creo que quiero ir.

No siempre voy dando mis pasos concientemente. Creo que hay mandatos familiares implícitos, sabidurías ancestrales que me dicen hacia dónde ir. Deseos sugeridos por los deseos de otras personas. Hay imposiciones de las realidades ajenas. Pero sobre todo, hay un inexorable destino marcado por mi yo supremo que ni siquiera sé con absoluta certeza que lo llevo dentro y que puede guiar la mayor parte, sino la totalidad, de mis caminos, de mis decisiones, de mi propia voluntad…

Hay momentos en mi vida que me encuentro en lugares extraños o en situaciones en que jamás había imaginado que podría estar. Son como hilos invisibles e intangibles que se van tejiendo a mi alrededor sin que nunca los haya visto o tocado. Sin siquiera saber que existen. 

Muchos lo pueden llamar Destino...
Yo, sin embargo, creo que son Designios.
Designios de Dios, dirá la mayoría. 
No lo sé. 
No sé si hay un Dios como tal. Si es una conciencia universal, una inteligencia unificadora o simplemente nuestra mente trabajando en un plano diferente al de la conciencia despierta, a la vigilia. Al pensamiento concreto y perceptible. 
Creo que es algo abstracto. Algo que posiblemente no llegue a comprender en lo que me queda de vida. Pero que algún día comprenderé. En algún lugar. En algún momento. En alguna vida...

Historia y misterios...


Qué me atrae del cielo nocturno, de las estrellas?
Creo que todo. La profunda oscuridad, la lejanía, su silencio misterioso, su belleza incandescente e impoluta, el delirante deseo de alcanzarlas…

Tal vez, más que todo, el pasado lejanísimo e incomprensible que me permiten ver hoy. 
La historia del universo relatada en código de luz y oscuridad. Un sistema binario único e irrepetible. Inimitable. 
Genial…

Tiempos difíciles. Tiempo de crecer...


Estos tiempos que nos ha tocado vivir son realmente apasionantes. Y lo son en muchos sentidos...
Lo que más me toca de cerca es la posibilidad de ser testigo y parte de un proceso político y social extraordinario, especialmente teniendo en cuenta del lugar desde donde partimos hace tan sólo diez años atrás y el descreimiento absoluto que existía en ese entonces en nuestro propio país, en nuestra propia gente y especialmente en la desprestigiadísima clase política de principios de siglo...

También me resulta apasionante (aunque llegue a angustiar, a dar bronca y hasta a caer en cierto pesimismo) que exista una oposición tan vehemente, intolerante, destructiva, en algunos casos hasta fanatizada y casi siempre movilizada en exclusividad por odios diferentes, pero convergentes: odio de clase, intolerancias varias, discriminación, intereses económicos o de pertenencia, etc. Y hasta el implantado desde las grandes usinas de odio, expresadas casi exclusivamente por las corporaciones mediáticas dominantes, dedicadas de manera permanente y sistemática a crear climas de miedo o hasta de terror, a bajar las defensas de la población, a crear falsas realidades distrosionando la verdad o mintiendo a secas.

Esta manera incivilizada, brutal y antidemocrática de atacar lo que no les gusta en lugar de tratar de construir honestamente una posibilidad de cambio dentro de las reglas que establece la Constitución y la convivencia democrática hace que a veces los que estamos "de este lado del río" reaccionemos de una manera que no es la más conveniente. Y no es conveniente, según creo, porque nos hace rebajar a la altura de estos personajes y nos quita envergadura ideológica o simplemente hace que nuestras convicciones puedan ser atacadas con mayor facilidad por los que no tienen otra convicción que su odio militante. Y fundamentalmente, porque con esa manera de reaccionar no lograremos "convencer" o acercar a aquellos que podrían al menos acompañar, aunque fuera de manera crítica, este mismo proceso político y social al que adscribimos y apoyamos.

Se me viene a la mente dos personajes, políticas ellas, que son de los blancos predilectos de kirchneristas y de algunos otros que no lo son. Es que son personajes que por diferentes motivos se constituyeron en buena medida en la representación de lo peor de la política de los últimos decenios. Ellas son Elisa Carrió y Patricia Bullrich...

Todos tenemos en claro los evidentes desequilibrios de la diputada Carrió y de su admitida defensa de los monopolios, en especial del Grupo Clarín. Inclusive su disposición para defender lo indefendible, como es el caso de la apropiación de dos chicos durante la dictadura militar por parte de la dueña de ese medio, Ernestina Herrera de Noble. También sabemos de su nombramiento como jueza en la provincia del Chaco en ese mismo período atroz.
Por el lado de la diputada Patricia Bullrich es también conocida su inestabilidad política, que la llevó a buscar refugio de partido en partido ante su escaso o nulo apoyo popular. Pasó de su pasado "revolucionario" a militar en uno de los partidos que están más a la derecha en el espectro político nacional, el PRO de Mauricio Macri... Se le atribuye también, por otra parte, una cierta debilidad por las bebidas alcohólicas. Esto no lo suscribo pues no es comprobable, más allá de un episodio puntual en un control policial de alcoholemia al que ella se negó a someterse.

No estoy diciendo que haya que olvidar la historia de estos personajes o de cuaquier otro. A lo que voy es a que cuando alguna de estas dos diputadas opositoras, nefastas en todo el sentido de la palabra, dicen o "proponen" algo, la militancia sale a responderles casi automáticamente. Y la mayoría de las veces se les imputan algunas de estas cuestiones que enumeré anteriormente y no se ataca lo que dicen puntualmente en cada momento. De esta manera, lo que hacemos es mostrarnos agresivos casi gratuitamente y no rebatimos los argumentos falsos, equivocados o malintencionados a que nos tienen acostumbrados estas dos mujeres, como tantos otros de la "oposición".
Tendríamos que tomar conciencia de que responder o increpar a estos personajes de esta forma, no sólo no enriquece ningún debate ni pone claridad sobre las cuestiones que se supone queremos contrarrestar, sino que hacen que volvamos una y otra vez sobre "chicanas" que por tan utilizadas, pierden la mucha o poca efectividad que podrían haber tenido alguna vez. No contribuyen a afianzar nuestras posturas sino más bien todo lo contrario. Hace que aparezcamos nosotros como intolerantes.
Creo que debemos ser más inteligentes y buscar la manera más eficaz de atacar lo que sabemos que es una falsedad, una falacia o directamente una maniobra antidemocrática.
Enrostrarles estos hechos de su pasado no conducen a nada ya que son conocidos y al parecer a quienes las siguen no les importa en lo más mínimo. En cambio, si podemos desarmar sus discursos y sus intensiones, el efecto no sólo será más positivo para dejar sin respuestas aceptables a estos personajes, sino que tal vez pueda producir al menos una sombra de dudas entre algunos pocos de quienes adhieren a sus posturas. Y en el último de los casos (admito que el más probable de todos), podremos sentirnos más satisfechos nosotros mismos pues habremos tratado de aclarar las cosas según nuestros criterios y hasta tal vez encontremos argumentos que ni siquiera se nos habían ocurrido antes...
Por último, apelar como fórmula casi exclusiva a estas "chicanas" indica en principio que nuestro compromiso y nuestra manera de militar se ha estancado, que no está creciendo. Y en momentos tan difíciles como se nos están presentando ahora, no podemos darnos el lujo de quedarnos quietos en ningún sentido. Menos aún en el campo de las ideas y del debate.

Si queremos avanzar, avancemos en todo sentido. Y hagámoslo tanto como parte de un conjunto social y político determinado, como individualmente. Si nosotros nos enriquecemos como individuos, enriquecemos al conjunto y a la pertenecia política y social con las que estamos comprometidos...
Los tiempos difíciles nos obligan a crecer en todo sentido. Si no crecemos terminaremos decayendo y perdiendo lo conquistado...
 

La medida de los sueños...


(...)
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

(Pedro Calderón de la Barca)

No existen sueños pequeños ni sueños grandes. Los deseos, las ilusiones, la vida misma es un sueño. Sin tamaño ni proporciones. No es nada más ni nada menos que un sueño. Pero por su misma naturaleza absolutamente personal y subjetiva, muchos de ellos siempre pueden parecernos maravillosamente desmesurados. A veces tanto que pensamos que jamás se podrán concretar. Sin embargo permanecen allí, acurrucados en cada pequeño rincón de nuestras humanidades hasta que se nos revelan en todo su esplendor. 

O hasta que parecen desvanecerse irremediablemente entre los dedos... Pero creo que en definitiva, lo único que puede empequeñecerlos hasta hacerlos desaparecer, es una voluntad pequeña. Un deseo timorato. Una ilusión mezquina...

Juegos misteriosos (Juegos de la mente?)


"Ouija" le llaman muchos. Yo lo conozco como el "juego de la copa"…

Lo “jugué” hace unos cuantos años. No era “sofisticado” como el que vemos en la imagen, sino con los recursos modestos de una copa o un vaso y varios papelitos con las letras y los demás elementos escritos con lapicera.

Las experiencias que tuve fueron algunas muy fuertes y verdaderamente excitantes. Tan fuertes y excitantes que no he vuelto a “jugar”…

Hay quienes lo toman justamente como un juego. Pero no lo es de ninguna manera. Hay en cambio, quienes aseguran que es peligroso. No lo sé en concreto. Lo único que sé es que es realmente extraordinario lo que sucede. No sé si es el propio inconciente de los participantes lo que da el impulso para que la copa se mueva, o verdaderamente es un espíritu o ente similar el que lo hace. Pero lo cierto es que sentir el movimiento tan firme, veloz y enérgico de la copa con sólo un ínfimo roce de la yema de un dedo es algo que no se puede explicar. Y luego, dejar de tocar la copa y que siga moviéndose con sentido, con “racionalidad” es increíble, sorprendente, hasta angustiante en algún momento.

No sé si alguna vez volveré a animarme a “jugarlo”. Me gustaría porque lo misterioso me atrapa definitivamente. Pero no sé.
No lo sé…


Y a propósito de "juegos" y de "conciencia" o no...

 MIND GAMES - JOHN LENNON

Ni pájaro ni avión...


Este gif animado me hizo recordar sueños que solía tener cuando era chica. 
Sé que muchas personas han tenido estos mismos sueños alguna vez en su vida, por lo que no pretendo ser original, pero sí me quedaron muy grabados. 
Ocurrían en cualquier lugar y circunstancia. No tenía un "escenario" determinado ni me acompañaban siempre más o menos las mismas personas. O no siempre estaba acompañada...
Y una particularidad (creo) es que cuando volaba, siempre lo hacía como si estuviera nadando “estilo pecho”… jajajaja

Debe haber alguna razón por la que aparecen recurrentemente estos sueños en algún momento de la vida, pero sinceramente no tengo idea cual será. Lo más natural creo que es pensar en que está referido a la libertad. A la expansión del alma, por así decirlo. Si hay algún psicólogo en la sala, se agradecería algún datito... :)

Me encantaban esos sueños y nunca más los tuve...

El mensajero...


¿Nunca se quedaron quietos y abiertos a recibir lo que el viento o hasta una ínfima brisa decidiera traer hasta ustedes?

¿Nunca descubrieron aromas nuevos, sonidos desconocidos o hasta palabras inenteligibles entre los susurros del viento?

Los hay… Sólo es cuestión de quedarse en actitud receptiva.
Esperar. Tan sólo esperar… 
Todo eso y mucho más existe en el viento, que lo recoge pacientemente de los lugares más distantes e ignotos. De tierras exóticas, de colinas olvidadas, de ciudades imponentes o de pueblitos que ni siquiera figuran en los mapas.
Canciones, voces, ritmos, llantos y risas. El viento lo recoge y lo contiene todo y nos lo muestra generosamente cuando le prestamos atención.

La creación a diario...


El mundo toma las formas que nosotros querramos darle y las formas son de las dimensiones que nosotros les damos según nuestra percepción del momento y de las circunstancias. Los objetos adquieren la relevancia que estemos dispuestos a otorgarles según el instante de la vida por el que estemos transitando.

La luz modela el mundo, las formas, los objetos y a nosotros mismos, pero somos nosotros los que les damos vida y sentido. Es nuestra conciencia la que los reconoce y la que les da ese sentido y un valor. O no…

Es nuestra conciencia la que, en definitiva, hace que el mundo y todo en él (hasta el universo mismo) tengan alguna razón de ser. Pero para encontrar esa razón o ese sentido, debemos mirar hacia dentro nuestro pues allí estará siempre la respuesta de todo, porque somos nosotros mismos los creadores de la realidad. En definitiva, la realidad no es otra cosa que la creación misma según nuestra percepción y conciencia...

El espejo quebrado...


El día en que finalmente mi espejo se quiebre, me iré despacio y sin penas…

Encontraré otro espejo en cualquier recóndita realidad que seguramente reflejará otro rostro, otro cuerpo y otra vida que, a partir de entonces, será la mía…

"Soy sola"... ¿Y qué?


Compartimos la vida con nuestra familia y amigos; con amantes, parejas, esposos y con tanta otra gente. Y así es que en ese intercambio, en esa interrelación, tenemos momentos de felicidad, de tristeza, de dolor y hasta de vacío…
Si alguna vez nos encontramos en una situación de soledad solemos sufrir enormemente y todo se oscurece. Pero eso es porque nos enseñaron a temerle a la soledad, a creer que sin alguien al lado somos incompletos y poco más que nada.
Sin embargo, lo cierto es que pasamos toda la vida en soledad, aún rodeados de personas que amamos y nos aman… o no
Es agradable y necesario compartir la vida con nuestros afectos, pero tampoco debería ser extremadamente dolorosa la soledad parcial o total, momentánea o no. Después de todo somos individuos. Cada uno con su propia vida, sentimientos, pensamientos, sensaciones, ilusiones y espiritualidad. Se puede compartir todo esto y más, pero todo eso que somos es intransferible. Estamos solos con nosotros mismos desde que nacemos hasta que morimos. Estamos solos para crecer espiritualmente hasta que llegue el momento de alcanzar el pináculo de la espiritualidad y allí sí dejaremos de estar solos para siempre, pues todos nosotros seremos uno y todos al mismo tiempo…

Tengo millones de orgones sobre mi cabeza...


Alguna vez pudieron ver los “orgones”?

Son partículas de energía que se pueden observar al mirar el cielo.
Son muy pequeñas, movedizas y brillantes. Se podría decir que en cuanto a su forma son casi similares a los espermatozoides y también se mueven nerviosamente como ellos. Esto es para que se den una idea quienes no los vieron nunca…

Están por todas partes, claro… pero se ven perfectamente contra el cielo. Cuando está nublado también, aunque sus movimientos son más lentos y hay en menor cantidad.

Son portadores de energía, de la cual nos alimentamos todos los seres vivos. Esa energía se la aporta la luz y más fuertemente, la luz solar. Por esa razón los días nublados hay menor cantidad y se mueven más lentamente.

Dejen la mirada fija y como perdida en un punto del cielo y los podrán observar casi sin dificultad…
Es otro de los fenómenos extraordinarios que nos rodean todos los días de la vida y desde siempre, pero que sin embargo no solemos ver porque estamos inmersos en la "realidad" (?)

Mujeres al volante...!!


Después los hombres dicen que las mujeres no sabemos manejar…

VAAAAAMOS!!!

Los sueños, ¿sueños son?


¿Dormir será una forma leve de muerte? ¿Una muerte diferente? ¿Un simulacro?

Si la muerte es sólo un cambio de estado, un paso de una realidad a otra, de una dimensión básica a otra más compleja y sutil… entonces creo que no estoy tan errada al pensar que el sueño es algo similar, aunque no tan drástico.
Tal vez sea una suerte de ensayo para la muerte. 
Un entrenamiento para estar preparados cuando nos toque dar un paso tan trascendente…

Deja Vu...


Se dice que los famosos “deja vu” son fragmentos de memoria de vidas anteriores. Breves momentos que logran escapar de ese “olvido programado” de todas nuestras vidas previas y retornan a nosotros desde pasados recientes o muy remotos. Yo tiendo a pensar que algo de esto puede haber.

De chica tenía estos “deja vu” bastante seguido. Inclusive durante mi adolescencia y hasta los veintitantos años de edad. Creo que esto es bastante lógico, porque son los años en que aún mantenemos cierto contacto con todo lo anterior y estamos sin grandes influencias del mundo material y materialista.

Siempre fui excéptica de todas estas cosas y alejada de cuestiones religiosas (de las instituciones religiosas y de la versión oficial de las religiones). Sin embargo, experiencias de personas conocidas que merecen mi respeto aquí o cuando viví en Brasil, algunas lecturas y experiencias científicas de las que me fui enterando, más lo que hoy se sabe de física cuántica y otras cuestiones relacionadas, sumado a creencias muy antiguas, especialmente de oriente, me llevan a pensar que es muy probable que sí exista la reencarnación y que esta explicación sencilla del fenómeno del “deja vu” en cuanto fragmentos de nuestras memorias antiguas, sea acertada o muy próxima a la verdad…

La fuente...


El agua de una fuente es una especie de eco de la imagen. Una suerte de espejo vivo y profundo. Muestra casi tanto como lo que oculta y hasta se muestra celosa y ante una mínima brisa nos niega nuestra propia imagen… O nos la devuelve como ella quiere, en círculos o en ondas o revueltas de tal manera que es imposible distinguir entre el cielo y nuestro vestido…

Si se siente feliz nos regala alguna florcita que cae justo en nuestro cabello, rodeada de un halo de mínimas olas. O le roba un pequeño reflejo al sol y nos lo coloca en la mirada para que compartamos su luz.

Las fuentes son mágicas, prodigiosas y misteriosas…

Principio y fin...


Nacemos…
.. .. .. 

Día Noche Día Noche Día Noche Día Noche Día Noche Día Noche

Día Noche Día Noche Día Noche Día Noche Día Noche Día Noche

Día Noche Día Noche (…)

Día Noche Día Noche (…)

.. .. ..

Morimos…

.. .. ..

Suena feo así, no? :-/

Pedaleando contra el viento...


Cuando no puedo vencer al viento en un primer intento, sigo insistiendo todo lo posible...
Es que el viento puede ser muy fuerte y venir en contra, pero en algún momento amainará y hasta cambiará de dirección y para ponerse a mi favor...

El gran narrador...


Aunque no nos demos cuenta, el viento es un gran narrador de historias.
En su camino va recogiendo palabras en mil idiomas, gestos que dicen más que mil palabras (y que mil idiomas). Historias de amor, de odio o de soledades.
Relatos de pasiones, de olvidos. Realidades y fantasías de pueblos ignotos. Mitos, leyendas, locura, fe…

El viento es sabio. Prestémosle mucha atención…

La calle mojada...


Abrí una tarde la ventana
(fue aquel día demacrado
que extravió mi calendario).
La persiana gimió ausencia,
como el párpado herido
tras un sueño impenitente.

Miré la calle tan mojada,
pero yo no estaba allí
(y tampoco estabas vos).

Quizá llegué muy tarde.
Tal vez jamás estuve,
pero creo que es posible
que corriera por demás
y no vi cuando doblaste
en alguna bocacalle
con farolas relucientes,
con más brillo en su empedrado.

Era nube mi cintura
escurriéndose en tus manos
como aguas de verano.

Miré la calle tan mojada
y ya nunca te encontré.
(Y tampoco estaba yo)

Mariel

El fin...


El día se termina. Es el fin, como el de algunas historias, como la mortecina luz de los amores olvidados. Como muchas ilusiones o como tantas esperanzas. Como todas las amarguras…

El día termina y yo salgo de este mundo de ilusiones despechadas con el pequeño bagaje de mínimos instantes de felicidad, retazos de soledad, risas sinceras, dolores antiguos, angustias nuevas, placeres relampagueantes, palabras dichas, palabras calladas, sueños frustrados y fantasías utópicas…

Un día, en definitiva, pleno y enriquecedor…

Esta noche soñaré nuevos sueños. Otros sueños. Sueños que mañana se harán realidad por un designio del destino o por la prepotencia de mis deseos…

Siempre...


La brisa me trae tu voz.
y la noche, tu mirada…

Y en los pliegues de mi piel
el almendrado recuerdo
de tus manos…

El juego que jugamos...


Muchas veces tenemos la sensación de que somos simples piezas en un juego que juega alguien más.
No importa si una pieza más importante o menos, más valiosa o insignificante. Sentirse una pieza casi sin voluntad propia no es agradable, aunque nos lo adornen para que nos quedemos conformes y sigamos en el juego...
Creo que cuando llegamos a ese punto y sentimos que la vida nos está por dar Jaque Mate, la única salida que nos queda para retomar nuestro camino es patear el tablero y jugar nuestro propio juego...

Madre salitre...



Viejo salitre que te revuelves
como gigante adormecido
y que en tus sueños tumultuosos
nos revives el pasado.

Tú me has visto algunas veces
en mi niñez despreocupada
buscar tus alas de espuma blanca,
¿no me recuerdas en tu placenta?

Yo te conozco de mucho antes
mi vieja madre originaria.
Mi antiguo hogar.
Cuna ancestral.

Antes de irme para volver
quiero encontrarte una vez más
y así llevar en mis arrugas
tu savia amniótica
y cerrar el círculo.

Y que me engendres una vez más
y tras el parto de iodo y sal
me acunes suave entre tus olas
y me protejas de las ventiscas
con una manta de luna blanda.
Y al despertar en la mañana
con un sol tenue y acogedor,
mamar la leche de las estrellas
que acumulaste en plena noche.
Y al tiempo justo buscar un vientre
de carne viva y sangre caliente
que me cobije por nueve lunas.
Y así volver a intentar caminos,
a buscar respuestas a nuevas dudas,
a agregar más dudas a las respuestas.
A preguntarme qué hago aquí...

Mariel

El amor después del amor...


(...)
El amor después
del amor, tal vez,
se parezca a este rayo de sol.
Y ahora que busqué
y ahora que encontré
el perfume que lleva al dolor
en la esencia de las almas,
en la ausencia del dolor
ahora sé que ya no puedo
vivir sin tu amor.
(...)

"El amor después del amor"
Fito Paez

Fue en noviembre...


Fue en noviembre. Un mediodía…

Dijiste adiós y allí quedé en ese andén, como dormida. Entumecida de miedo y de dolor. Abrazada a las penas que ya había olvidado.

El mundo se fue difuminando alrededor mío y yo me fui diluyendo con él. Me fui esparciendo en el aire como la bruma que muere bajo el sol del mediodía…
Un mediodía. Fue en noviembre...

Cerca y lejos...


Estoy muy cerca tuyo. Tan próxima que nunca me puedes ver, que nunca me escuchas ni me presientes…

Yo te veo cada mañana y cada noche. Escucho tu voz profunda, pausada y tierna. Siento tu aliento en las mejillas. Me hablas sin saberlo. Me abrazas entre las sábanas y bajo el agua fresca de la lluvia.

Mira y me verás.
Mira y me tendrás…

Soñé sueños (otros sueños)



Soñé sueños más bellos
que este paso de ballet,
que esta calma y ésta sed.
Y así podría ser
si no hiriera tan adentro
la nostalgia por sentir,
por oler (y por soñar).

Me creería que es más tierna
la ilusión del infinito
si debajo de mis pies
el asfalto me absorbiera
o si el césped de una plaza
me abrazara, diminuto.

Es que acabo de soltar
mi suspiro más profundo
y ya extraño las palabras,
la caricia inesperada,
otro beso, algún color
y otros sueños por soñar.

Mariel

Joaquín Sabina: "19 dias y 500 noches"

Uno de los mejores temas de Joaquín, si es que fuera posible calificar alguno como el mejor. Todos son extraordinarios para mí...
 

Lo nuestro duróLo que duran dos peces de hielo
En un güisqui on the rocks,
En vez de fingir,
O, estrellarme una copa de celos,
Le dio por reír.
De pronto me vi,
Como un perro de nadie,
Ladrando, a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
La miel en los labios
Y escarcha en el pelo.
Tenían razón
Mis amantes
En eso de que, antes,
El malo era yo,
Con una excepción:
Esta vez,
Yo quería quererla querer
Y ella no.
Así que se fue,
Me dejó el corazón
En los huesos
Y yo de rodillas.
Desde el taxi,
Y, haciendo un exceso,
Me tiró dos besos...
Uno por mejilla.
Y regresé
A la maldición
Del cajón sin su ropa,
A la perdición
De los bares de copas,
A las cenicientas
De saldo y esquina,
Y, por esas ventas
Del fino laina,
Pagando las cuentas
De gente sin alma
Que pierde la calma
Con la cocaína,
Volviéndome loco,
Derrochando
La bolsa y la vida
La fui, poco a poco,
Dando por perdida.
Y eso que yo,
Paro no agobiar con
Flores a maría,
Para no asediarla
Con mi antología
De sábanas frías
Y alcobas vacías,
Para no comprarla
Con bisutería,
Ni ser el fantoche
Que va, en romería,
Con la cofradía
Del santo reproche,
Tanto la quería,
Que, tardé, en aprender
A olvidarla, diecinueve días
Y quinientas noches.
Dijo hola y adiós,
Y, el portazo, sonó
Como un signo de interrogación,
Sospecho que, así,
Se vengaba, a través del olvido,
Cupido de mi.
No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
Porque ya no le importa...
Siempre tuvo la frente muy alta,
La lengua muy larga
Y la falda muy corta.
Me abandonó,
Como se abandonan
Los zapatos viejos,
Destrozó el cristal
De mis gafas de lejos,
Sacó del espejo
Su vivo retrato,

Y, fui, tan torero,
Por los callejones
Del juego y el vino,
Que, ayer, el portero,
Me echó del casino
De torrelodones.
Qué pena tan grande,
Negaría el santo sacramento,
En el mismo momento
Que ella me lo mande.
Y eso que yo,
Paro no agobiar con
Flores a maría,
Para no asediarla
Con mi antología
De sábanas frías
Y alcobas vacías,
Para no comprarla
Con bisutería,
Ni ser el fantoche
Que va, en romería,
Con la cofradía
Del santo reproche,

Tanto la quería,
Que, tardé, en aprender
A olvidarla, diecinueve días
Y quinientas noches.
Y regresé...etc.

Pas de deux...


Majestuosa danza de la que somos simples pasajeros. De la que no participamos más que intuitivamente. Testigos mínimos, asomados tras los visillos de la realidad.
Aprendimos que allí está toda esa maravilla y sin embargo no la palpamos porque ni nos acordamos que existe. Tan ensimismados en lo pequeño que tenemos delante de nuestros ojos irritados por las pantallas y los horrores reales e imaginarios. Tan ajenos a lo grande por concentrarnos en lo pequeño...
Y somos nosotros mismos quienes lo hacemos tan terrorífico a veces, siendo un enorme reservorio de maravillas…
O mejor, la maravilla misma!
Un sincronizado ballet cósmico. Una danza gigantezca y mágica, continua y envolvente. Con ella nos deslizamos a su ritmo y capricho y sin siquiera darnos por enterados...

Y de todo nos perdemos por sumergirnos en nuestros mundos de egoísmos, hedonista y egocéntrico, colmado de pequeñeces y mezquindades.

Perseguimos la ilusión de “ser alguien” y no de simplemente ser…

El artista que llevamos dentro...


Todo lo que nos rodea no es otra cosa que una creación nuestra. El universo mismo lo es, porque somos parte indisoluble de ese todo y porque todo está indisolublemente unido a nosotros. No sólo somos iguales los unos a los otros, en tanto humanos, sino que no nos diferenciamos en absolutamente nada de una piedra, de un ratón o de un ladrillo. Lo único que "eventualmente" puede distanciarnos apenas un poco de lo material, de "las cosas", es que tenemos algún grado más de conciencia (al menos momentáneamente). Pero al fin de cuentas, TODO es conciencia. Por lo tanto vuelvo al principio y digo que somos parte indisoluble del todo y todo está indisolublemente unido a nosotros.
Y cuando digo que hasta el universo entero no es otra cosa que una creación nuestra, quiero decir que existe porque le damos un sentido, porque llenamos todo de conciencia y sentimientos. La conciencia y los sentimientos son la materia prima básica y elemental del universo, es el código por medio del cual podemos comunicarnos entre nosotros y con cualquier otra cosa existente en cualquier rincón universal. Pero resulta que parece que hemos olvidado esto. Los pueblos más antiguos lo sabían y lo hemos olvidado. Nos dedicamos a llenar nuestras vidas con cosas y creemos que eso nos hará felices. Nos rodeamos de aparatos y de herramientas de todo tipo, de medicamentos y de comida basura. Nos vestimos a la moda o vemos masivamente alguna serie de televisión... y pensamos que eso es la vida.

Sin saberlo, todos somos artistas. Todos hacemos constantemente una obra de arte (buena, mala o regular), miles de obras de arte y ni siquiera lo sospechamos.
Somos nosotros quienes creamos la realidad que nos rodea. La realidad más próxima, como la más distante...
Nada es feo o bello por sí mismo ni lo es para todo el mundo. Eso significa que a cada cosa, a cada pequeña o gran cosa la cargamos de sentimientos y de sensaciones. Por ejemplo, vemos bella a la Torre Eiffel. No dudo que tiene su belleza intrínseca. Por su simetría, por su esbeltez, por su entramado, etc... Pero apenas vemos su imagen, aunque sea insinuada, inmediatamente nos invade un sentimiento determinado que nos dice que es más hermosa de lo que podría ser si no estuviera en París y si no se hubiera cargado su imagen con las sensaciones poéticas y las emociones que despertó en millones de otras personas a lo largo de su historia. Eso sólo ya la hace una obra de arte. Y es una obra de arte colectiva, donde cada uno de nosotros ha contribuido con su aporte. Y es una obra de arte que no termina nunca, porque segundo a segundo se van añadiendo nuevos sentimientos y sensaciones a su alrededor y la transforman y enriquecen. Y ocurre lo mismo con cualquier ínfima cosa de este mundo y de este universo empezando, desde luego, por nosotros mismos. Nuestros cuerpos, pero sobre todo nuestras conciencias, son el lienzo donde a cada instante estamos sumando una pincelada. Estamos haciendo nuestra propia obra de arte. Mejor o peor, pero lo que somos es nuestra propia obra. Y lo que vivimos y vemos y lo que nos pasa, es nuestra obra. Nuestros pensamientos y sentimientos construyen, inexorablemente, nuestra realidad. Y por extensión necesaria, la realidad de nuestro entorno, de nuestra familia, de nuestra ciudad, de nuestro país, de nuestro planeta y finalmente, del universo mismo.

Aún ninguno de nosotros es capaz de imaginar siquiera el poder que tenemos en nuestras manos, a nuestro alcance. Y no sé si alguna vez seremos capaces de comprenderlo o imaginarlo.

Sólo debemos tener en cuenta que lo que pensamos (bien o mal), somos. Lo que sentimos (bueno o malo), nos es devuelto. Lo que deseamos (bueno o malo), nos es dado... Por eso es vital que cuidemos nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestros deseos. Los debemos depurar y sanar si de verdad nos queremos, si realmente amamos a quienes nos rodean y si con total sinceridad y humildad estamos convencidos de que si nos lo proponemos, la verdadera paz y armonía humana son posibles.

Miradas...


En mi mirada está la luz y están las sombras; los brillos del amor; las penumbras del olvido...
En el esquivo reflejo del cristal tus ojos me miran a través de los míos.
Tu mirada se apodera de la mía y sin tocarme, me posees...


Mi lugar en el mundo...


Hay un lugar en este mundo que me contiene, que a veces me acaricia y me da refugio y otras me produce zozobra y acrecienta miedos e inseguridades.
Un espacio virtual e intangible que siento a tiempo completo. Como si tuviera volumen, peso e incluso color, olor y sabor.
Por momentos es demasiado estrecho. Un calabozo cuyas paredes se desplazan reduciendo el aire y la luz. Otras es tan inmenso que no encuentro la manera de llenarlo, de habitarlo. Sin embargo, es el lugar al que siempre vuelvo porque es el que más conozco, a pesar de que ignoro casi todo de él. Y vuelvo aunque jamás me haya ido y aún cuando muchas veces deseé abandonarlo para siempre.

Es ese espacio tan íntimo y personal como insinúa la hermosa pintura de Katie Swaland. Ese recinto colmado de arrogancias y de gestos humildes; de belleza y fealdad; de ángeles y demonios; de nuevos desafíos y de viejas resignaciones; de verdades y  mentiras; de sueños y pesadillas; de amores y desamores.

Un rincón del universo tan remoto y tan cercano. El único sitio donde puedo pisar con cierta seguridad aunque a veces sienta que estoy parada sobre las resbaladizas y absorbentes viscosidades de una ciénaga.

Soy yo misma. Mi interioridad, mi intimidad. Mi parte secreta y cómplice.
Mi alma. Tan fuerte y tan débil, tan grande y tan pequeña...



Fantasías (o los mundos paralelos)


Ver que mi cuerpo
se despoja tranquilo
de sus huesos de caucho,
de la piel y del espino.
Reconocerlo sincero,
purificado a lo lejos,
desplegado a lo alto.

Ver que rueda sin penas
por senderos estrechos,
por la playa vacía
(vírgen y yerta
por el miedo a sus miedos).
Danzar con la gracia
de un junco en el agua,
con certeza en el alma
de que dentro del pecho,
copulan las ansias
y las tímidas flamas.

Restregarme los ojos
y que brote una gota.
Una lágrima nueva
que me calme la sed,
que me llene la boca,
que me llueva por dentro.

Y así, ya más pura,
más leve y sincera,
ingenua y real,
dar vuelta la cara
y mirar desde lejos
el cuerpo que dejo
y ya nunca volver.

En el punto del alma
donde no moran miedos
ni dudas ni angustias,
girar en redondo
y mi orgullo erguido
entregarlo a otros brazos.

Mariel

Evolución y política...


Hoy me preguntaba por qué es tan importante la política y de manera casi espontánea me llegó la respuesta que al menos a mí me parece más acertada o próxima a la verdad.
Es simple según creo: La política es importante porque la humanidad aún no ha evolucionado lo suficiente como para prescindir de ella...

Está absolutamente lejano el día en que el ser humano pueda eliminar definitivamente de su memoria genética el miedo, el sentimiento más primitivo que rige todas nuestras acciones y actitudes. Origen y razón de todos nuestros conflictos y enfrentamientos y hasta de las ansias de poder y dominación y por ende, también de las guerras. Ese día dejará de tener sentido la política pues las relaciones humanas se darán en un plano que hoy no podemos siquiera imaginar...