Sin huellas...


Ahora mismo extraño tanto el mar…
Caminar sola y largamente por la playa.
Hundir mis pies en la arena mojada y que las olas borren mis huellas para siempre sin que a nadie le importe.

Y no saber volver, si lo quisiera.
Y no querer volver, si lo supiera…

Y que nadie me busque ni nadie me extrañe y escuchar el furioso lamento de las olas en la noche más oscura.

Y morir de miedo.
Y ahogarme de espanto.
Y huir de todo y de nada. Huir de mí…

Ilusiones...


Es inútil querer controlar el tiempo. 
No tiene forma ni peso. 
Es invisible y sigiloso. Traicionero...

Es inútil e insensato querer controlar el tiempo. 
Lo mejor es controlar nuestra cabeza, pues sólo allí existe el verdadero tiempo. 
Los relojes sólo miden una ilusión, una irrealidad…
Una mentira...

Una gota y otra. Y otra más…


Una gota y otra. Y otra más…
El eterno fluir del agua que se transforma, transmuta y vuelve al origen. 
Que vive y da vida. 

Una gota y otra. Y otra más...
Como un beso, una risa y tres lágrimas...
Como el amor, pero siempre vivo.

Una gota y otra. Y otra más… 
Como segundos, como minutos, como siglos. 
Algo así como el tiempo, pero real..

Velos...


Te ví llegar...
Así, tan seguro.
Tan ausente de esos mismos miedos que a mí me envuelven...
Te ví  acercándote y no me animé a descorrer mis velos.

Miedo a que tus ojos no me reconocieran…