Si...
Si entendiéramos que no existe otro destino para el espíritu más que el amor…
Si nos diéramos cuenta de que todo lo demás es un producto demasiado menor del falso ego…
Si alcanzáramos a vislumbrar que con cambiar uno sólo de nuestros pensamientos negativos y egoístas, el mundo entero podría ser diferente…
Si fuésemos capaces de retener en la piel lo que guarda el alma después de un beso... el orgullo, la vanidad y la codicia serían sólo un mal recuerdo…
Si supiéramos el verdadero valor de un beso por el amor puro y perfecto que transmite. O si al menos lo imagináramos… la guerra, el poder y el dinero serían apenas un espectro moribundo de una olvidada pesadilla…
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