Hay algunos que hoy dicen
que aquella mujer oscura
que supuse conocer,
creen que se marchó en marzo,
quizá en mayo,
tal vez en vano.
Dicen que acaso fuera buena
y que siempre ocultó
un rictus incipiente
de dolor,
de indiferencia
o desapego.
Dicen.
Dicen que, según parece,
se volvió palabra muerta,
sibilina como bruma.
Y sin queja ni dolor
se arrastró hacia las sombras
por las ondas tangenciales
que gobiernan los espejos.
También dicen
que hasta yo la he buscado
sin saberlo,
sin quererlo
o sin embargo.
Que he revuelto todo el cuarto
y horizontes de papeles
y los viejos borradores
de intenciones y promesas.
Dicen otros que hoy vive
en alguna calle extraña
sin salida y sin entrada,
sin vecinos ni testigos.
Hasta dicen los que saben
que se fue por no morir
y para que alguna vez
nos miremos a los ojos
sin espejos por delante
ni reproches por detrás.
Mariel
me gusta mucho como escribis, mariel
ResponderEliminarGracias!!
ResponderEliminarMe alegra mucho que te guste...!!!! :)
Besossss...