Laberintos...



Hubo un día en que eché a andar.
Me fuí tranquila. Sin hablar, sin pensar, sin mirar...

A veces dudo si me fui del todo. Será que siento aún aquel peso en mis espaldas. Las penas que son propias y las extrañas, las culpas que me caben y las que alguien carga en otro morral.

Es grande el peso pero quiero andar hasta encontrar algún cruce que me haga pensar, que me llame a sentir, que me obligue a soñar.
Que me invite a seguir...