Me deslizo inexorablemente hacia aquel lejano punto de partida. Ese punto en el centro mismo del universo. Será imposible que no despierte de este extraño sueño de vida ficticia y de las cotidianas pesadillas....
Así seré libre al fin de la mentira hecha verdad, de este estrecho sendero de pedregullo y lágrimas y de los tortuosos laberintos del desamor.
Dormiré en paz en tus brazos maternales, arrullada por la melodía imperceptible de la luna y volaré mil veces en el arco iris de un picaflor.