La memoria es como una interminable sucesión de fotos pendiendo de un hilo. Pequeños retazos de nuestra historia que las tormentas del tiempo se empecinan en desordenar y arrastrar hasta los rincones escondidos del olvido…
Algunas quedan irreconcibles. Otras se pierden para siempre en la maraña de nuestros miedos del pasado...
Y están las que son rescatadas para nuestros ojos por algún rayo de sol, pero ya no son las mismas de entonces. Siempre guardan una pátina de aromas débiles y de brillos de colores sepia y nostalgia...