Musas...


En este rincón intangible donde el todo y la nada se confunden, de tanto en tanto dejo palabras grabadas en el aire. Son miedos y son dudas; tristezas, dolores e impiedades.
No hay alegrías ni atisbo alguno de felicidad, porque si las hubiera jamás mi nimia huella estaría aquí y nadie nunca podría haber encontrado lo que es imposible que exista.
Si un día la felicidad fuera tan plena y prepotente en mí, todas estas palabras ardidas y grises morirían por siempre en el limbo del olvido. Pero si de algo estoy cierta es de lo quimérico de esta posibilidad, por eso mis palabras (aún las vacías o las gastadas) seguirán latiendo aquí, como aletargada garúa sobre los tejados...