Resumiendo...


Cada vida es una historia,
una hilera de pasados
abrochados a la piel.

Son los pies ensangrentados
de la muerte peregrina
que no olvida ni posterga
cada cita que agendó.

Las palabras escurriendo
por los vidrios empañados
y la esquina de tu casa
que recuerda cada tarde
que la ausencia anocheció.

Intenciones yuxtapuestas
esparcidas por la piel,
bajo arrugas incrustadas
y una gruesa cicatriz.

Es el aire que desplazo
con mi paso y mi ademán.
Es la pena machacada
y la risa sin razón.

Es lo único que tengo
porque es todo lo que soy.