Trashumante...


Soy un claro de luz que ha quedado en el olvido y la huella temblorosa que mis pies abandonaron, erráticos caminantes de ilusiones y de palabras.

Soy la noche que de a poco se desprende de los sueños ya gastados y se apropia con esmero de los sueños no soñados.
Soy el agua dormida de los charcos que añora la sutil opulencia de la nube o el opaco silencio de la bruma.
Soy la cara misteriosa de la luna. La que calla y le sonríe a la oscura frontera de la nada.

Soy, en fin, un alma trashumante que habrá de escaparse alguna noche para volver más sabia una mañana...